En la última entrada prometí explicaros qué relación veía entre los temas “Tyrant destroyed”, de Twin Shadow, y “Sad Pony Guerrilla Girl”, de Xiu Xiu. Han pasado unos días y finalmente anteayer conseguí sentarme con la cabeza empecinada en encontrar esa relación. Tomé cuatro hojas de notas en mi pequeño bloc que ahora me toca reelaborar.
Pero ante todo, una advertencia patrocinada por Susan Sontag.
“No interferirás en la vida de los hombres”
Hijo te voy a mandar a tomar vientos, pero tú no te metas en líos.
Uy, creo que se ha colado un recuerdo infantil de Marlon Brando/Jor-El traumatizando al pobre Chistopher Reeve/Kal-el/Superman/Clark Kent (vaya lío…).
Lo que os quiero hacer en realidad es daros la razón a los que, tras leer esta entrada, penséis que está todo cogido con alfileres. Es verdad, lo está. Que yo vea una fuerte relación entre ambos temas no quiere decir que esa relación exista. Es más que probable que Twin Shadow conozca la canción de Xiu Xiu. No me extrañaría que le guste el grupo y el tipo de arreglos instrumentales que emplean, y no es imposible que se sienta más o menos afín a ese grupo.
Y entonces, ¿qué tiene que ver Susan Sontag con todo esto?
Me aburro... creo que voy a dar un rato por saco a la hermenéutica.
Es sencillo. Susan Sontag se ganó un puesto en el Olimpo de la intelectualidad contemporánea con la publicación de “Contra la interpretación”, una colección de ensayos con un tema común. En definitiva, lo que Sontag denunciaba era la manía interpretativa de críticos y entendidos de arte, que procuran ver afinidades, herencias y significados ocultos por doquier, y se proclaman intérpretes de la verdad artística más allá, incluso, de las intenciones y la comprensión de los propios autores. Es verdad que cuando escuchas a Miquel Barceló explicando su obra te entran ganas de quitarle el micro y hablar tú, así que la manía interpretativa tiene un punto sensato. En cualquier caso el arte acaba por perder su componente sensorial puro y su valor más inmediato para convertirse en una experiencia intelectual al alcance de unos pocos tipos cultos que en realidad no hacen más que elucubrar.
Pues bien, yo le doy la razón a Susan. Lo que vais a leer a continuación está inventado, así que no vayáis contándolo por ahí como si fuera verdad. Tomadlo, si queréis, como una sugerencia. Para mí no deja de ser un ejercicio literario. Leo las letras de esas canciones, las digiero, juego con ellas y explico qué tipo de ocurrencias despiertan en mis neblinas cerebrales. Quien no esté interesado en mis argumentos bizantinos puede dejar de leer aquí. Si a pesar de todo no has perdido el interés…
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